En 1989, el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) fue creado esencialmente para innovar. ¿Cómo lo haría? Estando al tanto de la investigación en nuevas tecnologías y haciéndolas llegar al mercado y a la sociedad. Una fórmula que sigue funcionando hoy en día y que ya acumula una historia de 35 años.
En este tiempo, en el IIC hemos sido parte clave de la evolución tecnológica de grandes empresas. Como expertos en analítica avanzada de datos, hemos sido también partícipes de las primeras investigaciones y aplicaciones de la inteligencia artificial a las organizaciones, cuando aún ni siquiera se hablaba del término. De hecho, para Alberto Barrientos, su director general, en este momento de auge de estas técnicas, el IIC puede aportar “su larga experiencia en las disciplinas que son necesarias para construir soluciones de IA”.
Investigación e innovación en análisis de datos
El IIC se creó en un momento muy favorable para la innovación, justo después de la aprobación de la Ley de Ciencia y el primer Plan Nacional de I+D de nuestro país. Desde 1989, ha sido puente entre universidad y empresa, haciendo que los avances tecnológicos en fases de investigación llegaran más rápido y de una manera aplicada a la sociedad.
En el centro siempre han estado los datos. Especializándose en su tratamiento y análisis, pronto empezaría a desarrollar modelos y sistemas basados en el conocimiento, para después introducirse en técnicas que tienen que ver con el Machine Learning o el Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN). Su actualización constante ha sido clave para tomar parte también de la revolución de la inteligencia artificial y ha sido posible precisamente por ese contacto con el mundo académico, llegando a compartir tres cátedras con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM):
- Catedra UAM-IIC de Ciencia de Datos y Aprendizaje Automático.
- Cátedra UAM-IIC de Modelos y Aplicaciones Psicométricos.
- Cátedra UAM-IIC de Lingüística Computacional.
De esta manera, en 35 años se han desarrollado soluciones para que todo tipo de organizaciones –del sector legal, de energía, salud o incluso la administración pública– obtengan insights y aprovechen la información de la que disponen. Esto les permite tomar mejores decisiones y optimizar sus procesos de negocio o la gestión de recursos.
Confianza en la inteligencia artificial
Después de tantos años, es cierto que el valor del IIC se consolida y reside en su experiencia en todas las patas de las soluciones de IA. No obstante, destacan también el equipo multidisciplinar creado para abordar todo tipo de proyectos y su forma de hacer: además de basar sus proyectos en la investigación, lo que enriquece las soluciones, se presta especial atención a su flexibilidad y adaptación, lo que redunda en la confianza de los clientes.
Esta forma de trabajar combate muy bien la incertidumbre aún característica de los proyectos de IA, según Alberto Barrientos. «Los clientes saben que vamos a ser muy objetivos en la definición de los recursos necesarios, de los objetivos a alcanzar y de los plazos. Un aspecto importante es que no desarrollamos simplemente un producto, sino que los acompañamos en su aprendizaje y su puesta en marcha y no los abandonamos hasta que tienen plena satisfacción”, destaca el director general.
Todo ello permite seguir ofreciendo soluciones innovadoras y prácticamente a medida de las necesidades de las empresas y de la sociedad. Un trabajo que sigue vigente bajo el amparo de los actuales asociados del IIC: IBM España, Grupo Santander, Mapfre y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Últimos avances en inteligencia artificial
Por su trayectoria, los proyectos y logros del IIC han ido inevitablemente unidos a los avances de la inteligencia artificial. Actualmente, contamos con productos de IA consolidados para diferentes sectores. Estos siguen estando basados en la investigación y muchos surgieron de proyectos más pequeños, siendo probados y replicados en otros casos de uso.
Además, hace más de diez años que pusimos el foco en el Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN), convirtiéndonos en referentes en cuanto a la creación de recursos, tanto corpus como modelos, para desarrollar esta disciplina en español.
En concreto, en los últimos cinco años, hemos podido añadir a nuestra historia nuevos hitos que tienen que ver con la aplicación de la inteligencia artificial en diferentes sectores y con la revolución de los modelos de lenguaje:
- El sistema de alertas inteligentes de enfermedades BIAlert, especializado en la detección precoz de sepsis.
- El sistema de predicción de energía renovables EA3.
- La creación de modelos de comprensión y generación de lenguaje propios en español: RigoBERTa y RigoChat.
- Actualización del sistema de evaluación de competencias eValue, con una nueva prueba de pensamiento crítico y nuevas metodologías como la gamificación.
Todo esto no solo ha sido posible por el desarrollo de la tecnología y de unas técnicas cada vez más sofisticadas, sino también por el talento que hay detrás de los avances. El equipo humano del IIC sigue siendo esencial para que la historia continúe. Porque, aunque las máquinas nos hagan la vida más fácil, el futuro de la IA siguen siendo las personas.