Shelper, un proyecto conjunto del IIC y el Hospital Ramón y Cajal se proclama ganador del premio Lilly Profesionales Sanitarios en el I Hackathon Nacional de Salud, el concurso de programación para crear aplicaciones basadas en Big Data para el sector salud.
El proyecto de eSalud, en el que colaboraron Cristina Pruenza, Álvaro Romero y Daniel Giménez (analistas de datos en el equipo de Health Predictive Analytics del IIC), Alberto Izquierdo y el doctor Ezequiel Hidalgo, residente del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Ramón y Cajal, presentó al concurso una aplicación destinada a incrementar la eficacia de la asistencia sanitaria y poder informar de una urgencia o colaborar en una emergencia.
Una APP para incrementar la eficiencia de la asistencia sanitaria
La app, Shelper ―producto de la combinación de las voces inglesas «Shelter» (refugio) y «Helper» (persona que ayuda)―, está pensada tanto para emergencias de bajo/medio impacto (un atraco o accidente, por ejemplo) como de alto impacto (una catástrofe natural o un atentado terrorista). La aplicación ofrece tranquilidad porque responde al aumento de la preocupación ciudadana por la seguridad; y la oportunidad de colaborar de una forma abierta y distribuida (crowdsourcing) proporcionando ayuda para primeros auxilios, lugares de acogida, alarmas…
El aspecto más innovador y diferenciador de Shelper, además de su interfaz, es que con un solo botón (que funciona de forma similar al dead man switch de las grúas) se activa una cuenta atrás que envía un mensaje de socorro a todos los contactos que se hayan definido como «ayudantes». En caso de no necesitar más ayuda o haber pulsado el botón por error se podrá pronunciar una palabra clave y desactivarlo.
La primera pantalla también tiene una serie de accesos directos configurables a otros elementos como pueden ser una linterna, una guía de primeros auxilios, llamada a emergencias, una alarma sonora… Además tiene dos elementos muy relevantes: GeoTag, con el que podrían marcarse las zonas seguras de un incendio, por ejemplo; y Refugio, con el que podría ofrecerse o solicitarse un lugar de acogida.
En un desarrollo posterior la aplicación ofrecería también la oportunidad de incluir datos médicos (para que en caso de que lleguen las urgencias sanitarias puedan saber qué alergias, enfermedades, etc. tiene el usuario), una escolta virtual (para poder comprobar que menores o dependientes a nuestro cargo llegan bien a su destino, o incluso un mapa (que gracias al uso de técnicas Big Data para analizar los datos generados por la aplicación informe de qué zonas son más seguras, en cuáles colabora más la gente, etc.).
Crear este tipo de aplicaciones de salud para ayudar a los profesionales sanitarios fundamentadas en métodos científico-tecnológicos y avaladas médicamente era el objetivo del exitoso I Hackaton Nacional de Salud celebrado en nuestro país y en el que afortunadamente hemos podido aportar nuestro granito de área para mejorar los servicios sanitarios con técnicas Big Data.