La sepsis y la innovación en su detección precoz y tratamiento ha sido el tema de la XIX reunión del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Sepsis (GTEIS) de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), que se ha celebrado en Palma de Mallorca.
El Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) ha estado presente en “Tecnosepsis: presente con futuro”, con la participación de Julia Díaz, directora del área de Health and Energy Predictive Analytics, y Álvaro Barbero, Chief Data Scientist, que han hablado y debatido sobre la aportación del Big Data y la Inteligencia Artificial al caso de la sepsis y a la medicina en general.
Álvaro Barbero ha sido el encargado de acercar el tema a los asistentes en la conferencia inaugural de la reunión. Con la explicación de conceptos, técnicas o hitos actuales de la Inteligencia Artificial, ha dado a conocer las tecnologías que se podrían aplicar en la mejora de la sanidad.
De esa aportación del análisis de datos en los procesos clínicos ha hablado Julia Díaz, a través del trabajo del IIC en el ámbito de la salud. Un trabajo que nos lleva a hablar de una medicina de precisión que facilita a los profesionales la toma de decisiones. La charla ha contado también con Jesús Galván, de la Sociedad Española de Informática de la Salud.
Además, Julia Díaz ha participado en la mesa sobre el futuro de la innovación en sepsis, con mención especial al reciente proyecto presentado por el IIC en colaboración con MSD: BISEPRO, un algoritmo para la detección precoz de la sepsis y que refleja los avances que han sido objeto de debate estos días.
El proyecto BISEPRO se desarrolla en el Hospital Son Llàtzer (Palma de Mallorca) con la aportación del doctor Marcio Borges, coordinador de la Unidad de Sepsis del hospital y coordinador nacional del Código Sepsis, que ha estado también presente en la mesa.
Además, los han acompañado Emilio Bouza, de la Universidad Complutense de Madrid, Gabriel Heras, del Hospital Universitario de Torrejón, y Ricard Ferrer, del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona