La crisis sanitaria derivada de la COVID-19 será recordada también como un punto de inflexión en distintos ámbitos. Por supuesto, ha impulsado cambios en investigación y medicina, pero también ha acelerado una transformación digital de la que se puede beneficiar igualmente el ámbito de la salud.
Ya recientemente, el impacto de la tecnología ha ido concienciando al sector salud de la necesidad de explotar los datos sanitarios, a través de técnicas de Inteligencia Artificial, para mejorar la atención a los pacientes. Estas herramientas, en el contexto actual, también demuestran ser útiles para predecir la evolución de la COVID-19, los factores de riesgo o un mejor tratamiento para la enfermedad.
De esto saben especialmente Isabel Sola, co-directora del laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), y Marcio Borges, coordinador nacional del Código Sepsis y jefe de la Unidad Multidisciplinar de Sepsis en el Hospital Universitario Son Llàtzer. Ambos participaron en la mesa redonda de la Reunión de Empleados que el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) celebra anualmente en fechas navideñas y que esta vez fue virtual.
Como moderadora, Elisa Martín, directora del área de salud, les preguntó acerca de los cambios que la pandemia ha producido en el ámbito clínico, y los dos estuvieron de acuerdo en que la Inteligencia Artificial tiene cabida en el futuro de la investigación.
Análisis de datos para apoyar las decisiones clínicas
La tesis de Isabel Sola ya trató sobre los coronavirus cuando estos no eran generalmente conocidos, lo que la convierte en una de las expertas más importantes de nuestro país. Ella ve en la Inteligencia Artificial una herramienta útil para el futuro de la investigación.
Actualmente, cada vez se dispone de más información sobre el virus. Según Sola, recogiendo y ordenando los datos, haciendo las preguntas y los análisis adecuados, se podría, por ejemplo, predecir su evolución, sus mutaciones y cómo nos afectarán, asociándolo a diferentes circunstancias. Insiste en que todo ha de ser demostrado con ciencia, pero que es una ventaja conocer a qué ritmo cambia el virus, qué podemos esperar y cómo podemos responder.
Para Marcio Borges, el tratamiento masivo de datos es esencial para conseguir una medicina personalizada. Como se ha hecho con la sepsis, y pudiendo ser esta infección generalizada una consecuencia del virus, la IA podría ayudar a identificar y relacionar las características de un paciente con su respuesta a la enfermedad.
Dentro del proyecto Bisepro, en el que ha trabajado con el IIC, ya se identificaron más de 200 variables que influyen en el desarrollo de la sepsis son clave para su detección precoz. Actualmente, la IA también está ayudando a indicar los tratamientos para la COVID-19.
Marcio Borges: “La Inteligencia Artificial es un soporte para los clínicos, que nos ayuda a tomar decisiones inteligentes”
Según Borges, es difícil que un clínico tenga toda la información, y la tecnología puede aportar en este sentido. “La IA es un soporte para los clínicos, que nos ayuda a tomar decisiones inteligentes”, concluyó.
Deseos y sinergias para el futuro de la investigación en salud
Para los expertos, la pandemia también nos ha dejado algo de esperanza, visible en los cambios producidos. Entre sus deseos para el nuevo año y el futuro cercano de la investigación, destacan la necesidad de recursos y la importancia de la colaboración para avanzar.
En cuanto a la inversión en investigación, Isabel Sola espera que esta financiación urgente en pandemia no sea solo una acción puntual. Según explica, la ciencia necesita un tejido que proporcione conocimiento, experiencia, personal formado para trabajar, instalaciones, laboratorios de alta seguridad y protocolos. Por eso, confía en que esta situación sea suficiente para “remover y convencer a los responsables de que es necesario invertir en ciencia de una forma continuada”.
También frente a la fuga de investigadores, cree que es “una buena ocasión para que la sociedad vea que invertir en ciencia no es invertir en algo etéreo, sino que da soluciones”. Y confía en el cambio de mentalidad producido en cuanto a que los individuos formamos parte de un conjunto. “Es importante que cada grupo de investigación haga su trabajo, pero para avanzar rápidamente, se necesitan sinergias”, explicó.
Isabel Sola: “Es importante que cada grupo de investigación haga su trabajo, pero para avanzar rápidamente, se necesitan sinergias”
Marcio Borges también apuesta por la globalización de la información y de la investigación. Considera que en un mundo que va a toda velocidad, la medicina no puede retrasarse: “a pesar de todo lo que ha pasado, es un punto de inflexión positivo para el futuro, pues todo lo que sucede nos ayuda a acelerar el aprendizaje”, comentó.
Su deseo es que la investigación y la sanidad se consideren cruciales, y el análisis de la información, fundamental para progresar. “Pido un cambio de paradigma en la sanidad, en el que la ciencia de datos tiene que ayudar a salvar la vida de los pacientes”, destacó. Ese nexo, que los expertos en datos trabajen junto a los médicos, es esencial para mejorar la sanidad.