Hablamos con Virginia Arranz, Consultora en Gestión del Talento en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) y especialista en competencias, que nos habla sobre cuáles son los aspectos clave sobre la gestión de valores.

Nos empezará hablando de en qué consiste y cuáles son los beneficios de la gestión de valores en las organizaciones para continuar con cómo puede ayudar la evaluación de valores a los departamentos de Recursos Humanos.

Una vez que sabemos las premisas anteriores la ideas es conocer una herramienta que nos permita evaluar valores, como es PODIUM, capaz de evaluar 25 valores universales.

¿En qué consiste y que beneficios aporta la gestión por valores?

La gestión por valores consiste en impregnar a toda la organización de una forma de pensar, de sentir y de hacer en la que se crea y se confía y que ayuda a conseguir con éxito los fines estratégicos de la organización.

Los beneficios de una gestión por valores principalmente son: una mejora en el rendimiento del empleo, reducción de costes, mejora en la experiencia del cliente, una reducción de la tasa de abandono y de la fuga de talentos. Y además la mejora en el clima de satisfacción del empleado.

¿Cómo ayuda la evaluación de valores al departamento RRHH de las empresas?

La evaluación de valores es una herramienta que complementa a las tradicionales herramientas de evaluación basadas en competencias. En los procesos de RR. HH., interviene en dos procesos.

Por un lado, en la selección para conocer en qué medida el candidato va a encajar en su futuro puesto y en la organización a la que aspira.

Por otro lado, se utiliza en evaluación interna como, por ejemplo, evaluaciones del desempeño se utiliza como complemento a la evaluación por competencias, donde se utiliza para valorar en qué medida el empleado se está comportando de manera coherente a los valores que defiende su empresa.

¿Cómo evaluar valores en las organizaciones?

El IIC ha diseñado una herramienta de evaluación por valores. Evalúa 25 valores universales, tanto en el individuo

 como en la organización, así como la relación que hay entre los valores de la persona y los de la organización.

Además, mide los comportamientos basado en evidencias de comportamiento para determinar la coherencia de la forma de actuar de un individuo o de una organización con respecto a los valores que defiende.

¿Cómo surge el test para evaluar online valores?

El test para evaluar online valores surge de la necesidad de los responsables de RR. HH., pues necesitan contar con herramientas objetivas, precisas y fiables para medir los valores de los empleados y de la organización. Así como para determinar la coherencia entre el comportamiento organizacional y la cultura de la empresa.

¿Quieres saber más sobre la prueba para evaluar online valores personales y organizacionales?

PRUEBA ONLINE DE VALORES PERSONALES Y ORGANIZACIONALES

¿Qué ofrece el test de evaluación por valores?

Este test es configurable de tres escalas, de manera que se puede utilizar en función de las necesidades de cada empresa, proporcionando tres tipos de información:

1. Un primer tipo de información tiene que ver con la percepción que tiene el empleado acerca de su empresa, esto te permite conocer el posible riesgo de abandono o el deseo de permanencia.
2. Otra segunda parte de la prueba proporciona información relativa al sistema de valores de un empleado o de un futuro candidato que se encuentra en un proceso de selección. De esta manera, permite conocer cómo está formado el sistema de valores de esa persona, de qué naturaleza son sus valores, etc. Y conocer también qué relación existe entre el sistema de valores de un empleado comparándolo con el sistema de valores que defiende la organización. Viendo así en qué medida están equilibrados, y el grado de compatibilidad.
3. Hay un tercer tipo de información que resulta muy útil es conocer en qué medida el comportamiento real de un individuo o de la organización se corresponde con sus valores.

El problema habitual es que se defienden unos valores como importantes, pero no terminan llevándose a la práctica. Esta tercera fase permite contrastar lo que una persona expresa o desea con lo que realmente hace.

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