Hacer frente a la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas fue el objetivo de la Asamblea de la Naciones Unidas al elegir el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Una forma de visibilizar la labor de científicas, informáticas, ingenieras o matemáticas y fomentar la vocación y participación de las mujeres y niñas en estos campos. Pues aunque cada vez son más las mujeres que eligen formarse o trabajar en el ámbito de las ciencias, todavía es mayor la representación masculina.
En el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), contamos con el 40% de mujeres que trabajan en diferentes áreas para que el IIC pueda seguir avanzando en soluciones Big Data e Inteligencia Artificial. De ellas, el 55% tiene puestos técnicos y sacan adelante proyectos tecnológicos aplicables al ámbito de la salud, la banca, RRHH o las tecnologías del lenguaje.
Todas ellas eligieron en algún momento decantarse por el mundo científico-tecnológico. Por la importancia de su trabajo y con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2019, recopilamos alguna de sus experiencias.
Ainhoa Goñi – Ingeniería Matemática
“Desde muy pequeña siempre me ha interesado la ciencia, sobre todo las Matemáticas, ya que mediante ellas somos capaces de representar y solucionar problemas aplicados a la vida real. Son estas aplicaciones las que hacen que mi interés aumente día a día.
¿Por qué Ingeniería, además de Matemáticas? Las matemáticas serían difíciles de poner en práctica si no fuera por las tecnologías y programas informáticos que utilizamos en el IIC y que ayudan a desarrollar y automatizar procesos, produciendo muchos servicios que permiten mejorar la vida cotidiana del ciudadano”.
Ana Begoña Baz – Ingeniería Superior en Informática
“Desde pequeña he tenido una mente inquieta, me ha gustado explorar, investigar e inventar. En la ciencia vi una puerta a nuevas experiencias, no sólo de lo conocido o desconocido para mí, sino de aquello que aún no existe. Mi profesión y la tecnología me permiten estar continuamente aprendiendo, retar a mi mente y a mi capacidad creativa.
En el IIC, siempre es emocionante participar en proyectos pensando en el futuro, en cambiar el día a día de muchos o de unos pocos, pero lo más importante es que cambien a mejor”.
Cristina Pruenza –Matemáticas e Informática
“Siempre me ha gustado resolver problemas de matemáticas y lógica, darles vueltas hasta llegar a entenderlos. Cuando decidí estudiar Matemáticas, pensé que Informática podría complementar esos conocimientos, proporcionando los medios para hacer pruebas y resolver problemas complejos. Por ello me adentré en este mundo.
El IIC encaja totalmente con mi visión de ver las cosas, aplicamos las últimas herramientas y tecnologías para resolver problemas reales en diferentes campos, en ocasiones tan complejos como el de la salud, ya que influye directamente en la vida de las personas. En el IIC tengo la oportunidad de enfrentarme cada día nuevos retos y aprender de todo lo que la tecnología nos ayuda hoy en día”.
Blanca Sanz – Ingeniería informática
“Desde el instituto, me decanté por la rama tecnológica. Se me daban bien las matemáticas, me interesaba la tecnología y prefería los ejercicios de pensar a otras asignaturas. Éramos solo cuatro mujeres. Ya en la universidad, estudié Ingeniería Informática y éramos bastantes más.
En el IIC, trabajo en el área de Sistemas, por lo que convivo con tecnología muy diversa. Mi trabajo abarca múltiples campos: redes, seguridad, infraestructura, etc. Es complejo y retador al mismo tiempo, tienes que estar en aprendizaje continuo”.
Lara Domínguez – Matemáticas e Informática.
“Siempre me gustaron las ciencias y decidí estudiar Matemáticas porque eran la base de todo. Informática, en cambio, fue una apuesta a ciegas que salió bien. Sabía que la tecnología era el futuro, pero ignoraba todo lo que había detrás. Nunca me arrepentiré de tomar esa decisión que me llevó a convertirme en científica de datos.
Trabajar en el IIC me ha abierto las puertas al mundo del análisis de datos y una de las lecciones que he aprendido es que nunca conseguiré saberlo todo sobre esta ciencia. Esto me reta a superarme día a día, investigando nuevos algoritmos y tecnologías e intentando aplicar mis conocimientos a la infinidad de cuestiones que quedan por resolver”.
Curiosidad, retos, superación o futuro fueron solo algunas de las razones por las que las mujeres del IIC se decantaron por el mundo de la tecnología. Las mismas que pueden hacer que las niñas vean en este mundo una oportunidad para formarse sin prejuicios.