Extraer valor del gran volumen de información médica que se genera actualmente es el objetivo de las técnicas Big Data que ya se aplican al ámbito de la salud. Un avance que apoya Marcio Borges, coordinador de la Unidad de Sepsis en el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca y coordinador nacional del Código Sepsis.
Con él, hablamos sobre la utilidad del Big Data en el seguimiento de los procesos clínicos y la mejora de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Pero también de la figura del profesional médico, esencial porque es quien toma la última decisión, aunque se base en esta información.
¿Por qué el Big Data es un apoyo básico para el profesional médico?
La medicina es una de las áreas donde más información se genera. Cada paciente genera miles y miles de variables y datos, que muchas veces no son interpretados ni analizados. Es imposible que un clínico, un farmacéutico o un equipo médico pueda analizar tanta información, muchas veces simultánea, y que se puede perder en el magma de la historia clínica digital.
Por lo tanto, la capacidad que tienen las técnicas Big Data de describir, de hacer predicción y prescripción es crucial. Algo fundamental en todas las áreas de la medicina: la prevención, el diagnóstico o el tratamiento. Sin olvidar la importancia del seguimiento, la monitorización de la evolución del proceso clínico, tanto agudo como en pacientes crónicos.
Hay muchas experiencias a nivel mundial, y ahora también en España, del uso del Big Data en el día a día sanitario. Como médicos, ya utilizamos muchos recursos Big Data, pero la gran revolución va a ser utilizarlos de forma práctica en el día a día: poder contar con esa información, con ese análisis de la información, con el valor de la información. Por supuesto, el médico es fundamental a la hora de analizar este valor, esta información.
¿A qué especialidad de la medicina puede aportar más el Big Data?
El Big Data aporta a todas las especialidades de la medicina: a la genómica, donde estamos trabajando con el gen para la predicción del cáncer, la predicción de la respuesta al tratamiento del cáncer, la prevención de las enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, la detección precoz de enfermedades tiempo-dependientes como el infarto de miocardio, del ictus o las infecciones.
Este análisis de información puede conocer a las poblaciones y si el tratamiento médico va a ser eficaz o no. Necesitamos lo que se llama el real life; y el Big Data va a dar esa posibilidad de hacer el tratamiento “más individualizado y más real”. Además, utilizando el Big Data vamos a poder comparar miles de pacientes.
Entonces, no tiene nada que ver con lo que se hacía hasta ahora, aumentar el tamaño de la muestra mejora la sensibilidad y la especificidad, con toda la información y las relaciones. Al final, el Big Data puede aplicarse a todo: desde la gestión a la atención clínica, a la monitorización, a la evolución, al análisis de costes o de pruebas.
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Nos lo cuenta Marcio Borges, coordinador de la Unidad de Sepsis en el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca y coordinador nacional del Código Sepsis.