La transformación digital, que ha acelerado la pandemia, también requiere de una transformación de las personas. Estos últimos meses, se ha visto la importancia de la cooperación, de la interdisciplinariedad, además de la tecnología que la hace posible.
Por ello, organizada por INNOLAB BILBAO, se abre como un espacio de innovación abierta Leaders in tech – Bilbao Conference, donde más de 20 expertas hablaron de las novedades y oportunidades en torno a 4 tecnologías: Inteligencia Artificial, Computación Cuántica, Blockchain y Ciberseguridad. Y recalcaron que tecnología y negocio tienen que ir de la mano.
Una de ellas fue Elisa Martín, directora del área de Salud en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC). Como keynote speaker, hizo un repaso a sus más de 36 años de carrera profesional, en los que ha vivido los cambios de la tecnología que nos han llevado hasta hoy y que todavía perduran. Como la transformación digital, la Inteligencia Artificial ya no es una opción, sino una oportunidad. Y asegura que nuestro futuro se debe construir sacando provecho a estas nuevas herramientas.
Cuatro décadas de tecnología
En cuatro décadas, se han vivido más de cuatro olas tecnológicas. Lo que demuestra que la tecnología resiste porque podemos usarla a nuestro favor. Entre los pasos más importantes, Elisa Martín destacó la llegada de Internet y de la web en los años 90, una de las primeras demostraciones de la Inteligencia Artificial (Deep Blue) en 1997 y empezar a hablar de Big Data en 2005.
Es ahí cuando se produce la unión de la tecnología con nuestro día a día. Según explicó, nos dimos cuenta de que “los datos somos nosotros, los generamos nosotros y están en nuestro entorno, y de que son nuestra fuente de conocimiento”. Esa riqueza desde el punto de vista de la información nos hizo también conscientes de la necesidad de la computación para hacer visibles los datos y transformarlos en conocimiento.
Después, se llegó a los smartphones, al cloud, y a la Inteligencia Artificial desde el punto de vista de su industrialización. En 2011, IBM Watson fue una demostración de que existía la capacidad, para introducir la IA, de forma industrializada, en los procesos de negocio.
Al final, concluyó Elisa Martin, “la Inteligencia Artificial, apoyada sobre el dato, nos permite modelizar una realidad compleja, y nos ayuda a contestar preguntas fundamentales asociadas a nuestra sociedad y a nuestro planeta”.
Ella también destaca el valor que las personas dan a los algoritmos, que no dejan de ser modelos matemáticos. Para que tengan impacto, necesitan profesionales que sepan tratar los datos y usar las herramientas en los momentos correctos, asegurando la privacidad y la ética. “La IA no será nada sin el conocimiento de las personas”, concluyó.
Además, Elisa Martín también participó como moderadora en la mesa redonda sobre las oportunidades de la IA. Junto a Ana Palencia, de Genetracer Biotech, incidió en su aplicación en salud, para conseguir una medicina personalizada, preventiva, predictiva, poblacional y participativa.