Este 2021 se cumplen 20 años desde que la Wikipedia comenzó su andadura, llegando a ser la enciclopedia más grande jamás escrita. Actualmente recopila el saber humano en alrededor de 57 millones de artículos escritos en más de 300 idiomas. Un proyecto disruptivo cuyo modelo de funcionamiento rompía con toda lógica y que se ha convertido en una de las joyas de Internet, encontrándose entre los 15 sitios más visitados hoy en día.
La Wikipedia es heredera de la “Enciclopedia” (Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers es su título original), obra magna de Denis Diderot y Jean-Baptiste le Rond d’Alembert, polifacéticos enciclopedistas que fueron dos de los máximos exponentes de la Ilustración. Esta obra está compuesta por 72.000 artículos, de los cuales unos 6.000 fueron aportados por el propio Diderot. Creo que ambos se sentirían orgullosos de este logro sin precedentes que es la Wikipedia, creada gracias al esfuerzo colaborativo de millones de personas que han aportado su granito de arena en forma de conocimiento y tiempo.
Recientemente, la Fundación Carlos Amberes organizó los Diálogos sobre la digitalización en el futuro de Europa, un debate en el que, además de tratar temas como el impacto de la tecnología o la transición digital justa, distintos expertos y representantes de la sociedad civil compartimos nuestras propuestas para adaptar Europa a la era digital. Sin duda, herramientas que tomen como modelo la Wikipedia están dentro de las que me gustaría tener en la Europa digital del futuro, en la medida en que pueden contribuir a una colaboración abierta de los ciudadanos, para que sus aportaciones cuenten a la hora de resolver determinados problemas sociales.
Colaboración de una ciudadanía multilingüe en el mundo digital
Por un lado, las herramientas que quiero para la Europa digital compartirían con la Wikipedia ese fomento de la participación colaborativa, abierta a cualquier persona dispuesta a aportar directamente. De esta manera, se fortalecería la condición de ciudadano, evitando tutelajes que sea han demostrado innecesarios.
Por otro lado, estas herramientas buscarían canalizar el excedente cognitivo del que nos habla Clark Shirky[1]. En sus propias palabras, «una de las cosas que hace que la época actual sea notable es que ahora podemos tratar el tiempo libre como un activo social que puede aprovecharse para grandes proyectos creados en común, en lugar de como un conjunto de minutos individuales que se pierden de uno en uno».
En definitiva, necesitamos herramientas que permitan coordinar a los ciudadanos para poder resolver problemas reales, bien sea en el mundo virtual, proponiendo y discutiendo ideas y propuestas, como en el mundo físico, aunando esfuerzos colectivos en busca de un objetivo común. Hemos empezado a recorrer este camino con iniciativas que ya están teniendo impacto como DecideMadrid o Future EU. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, estamos lejos de tener una plataforma que automáticamente priorice y clasifique cualquier tipo de aportación, que identifique propuestas que sean similares, comentarios irrelevantes o inapropiados, o sintetice nuevas aportaciones agregando comentarios individuales.
Además, teniendo en cuenta el carácter multilingüe de la Unión Europea, e incluso de cada territorio nacional, como es el caso de España, es fundamental incorporar una traducción automática de los contenidos, de manera que se pueda contribuir independientemente del idioma que se quiera utilizar. En este sentido, la tecnología de Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN) es clave en la implementación de sistemas que permitan agregar opiniones, analizar ideas y sintetizar conclusiones de millones de usuarios europeos.
[1] Clay Shirky Excedente cognitivo. Creatividad y generosidad en la era conectada.