La aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) en tareas cotidianas de la sociedad es cada vez más común. Tanto, que es difícil detectar que existe un algoritmo detrás de una recomendación de una serie, de una canción en cualquier plataforma de contenidos o de un anuncio del producto que queremos comprar en una página web.
Desde luego, saber qué es Inteligencia Artificial y qué no es un punto importante para mostrar más o menos confianza hacia su aplicación en determinados ámbitos. En los ejemplos anteriores, es más fácil posicionarse, ya que son temas que nos afectan, pero no de una manera crítica. Sin embargo, en otros sectores, como puede ser el de la salud, es más difícil mostrar esa confianza si no se explica en qué consiste la aplicación de la Inteligencia Artificial en el ámbito médico.
Lo avala el Estudio sobre aplicación de la inteligencia artificial, realizado dentro del proyecto del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). Mientras temas como los asistentes personales no suscitan tantas dudas, la aplicación de la IA en salud no acaba de convencer a los encuestados. Sin embargo, sí que se refleja al menos un interés significativo en el uso de esta tecnología como apoyo a la decisión médica.
Interés de la aplicación de la IA en salud
Según el estudio mencionado, al 41,4% de los encuestados les parece muy interesante (16,8%) o bastante interesante (24,6%) la aplicación de la Inteligencia Artificial en el sector salud, en relación al diagnóstico temprano de enfermedades, así como al mejor seguimiento de los pacientes.
Por otro lado, al 32,4% le parece algo interesante (valores del 5 al 6) y el 26,3% se posiciona como nada interesado (valores de 0 al 4) en la implementación de esta tecnología en el ámbito sanitario.
Parece que la brecha digital por edad influye en este tema. Son las personas menores de 35 años los que se muestran más a favor de la implementación de la IA en salud.
Confianza de la aplicación de IA en salud
Hablar de lo interesante que sería la aplicación de técnicas de Inteligencia Artificial en el ámbito sanitario es distinto de la confianza que genera su aplicación. En el estudio de ONTSI se concluye que el uso de sistemas médicos inteligentes no genera mucha confianza.
El 64% de los encuestados manifiesta un nivel de confianza medio-bajo en estos dispositivos. Cifra que suma el 31,4% que declara un nivel de confianza bajo (valor 0 a 4) y el 32,9% que apunta a un nivel de confianza medio (valor de 5 a 6).
Solo el 11,9% de los encuestados mantiene una confianza alta respecto a la aplicación de la IA en el ámbito sanitario, mientras que un 23,7% tiene una postura de confianza media-alta.
Si volvemos a mirar la edad, en el caso de la confianza, son las personas menores de 35 años y las mayores de 64 años las que más confían en los beneficios y ventajas de aplicar IA a la hora de diagnosticar enfermedades o realizar un seguimiento adecuado a los pacientes.
Y si lo comparamos con la confianza mostrada en otros ámbitos abordados en el estudio, como el uso de la Inteligencia Artificial en vehículos, vemos que un 67% consideran que los automóviles inteligentes tienen un nivel de peligrosidad medio-bajo.
¿Cómo confiar en la aplicación de la IA en salud?
La tan buscada explicabilidad de la Inteligencia Artificial en salud es parte de la solución para poder formar y aclarar a la sociedad respecto a la aplicación de algoritmos de recomendación este ámbito.
Precisamente otro de los puntos que se deben explicar es que lo que la Inteligencia Artificial aporta al profesional médico es más información relevante para ayudarle a diagnosticar y tratar con más eficacia y de manera más temprana. Por tanto, las personas seguirán estando presentes en las consultas y los hospitales y en ningún momento serán sustituidas por máquinas. Por numerosos estudios es sabido que “el factor humano del profesional sanitario es esencial y primordial en la satisfacción y confianza ofrecida al paciente”.
De hecho, existen ya sistemas basados en Inteligencia Artificial que, a raíz de los datos del paciente (historia clínica digital, datos genómicos, etc.), generan recomendaciones al profesional de la salud para tomar mejores y más rápidas decisiones. Por ejemplo, en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) se ha desarrollado un sistema que ayuda a detectar precozmente la sepsis, con una probabilidad de acierto del 96%. Además, el profesional puede revisar los datos de un paciente determinado utilizados por la IA para validar los resultados. BISEPRO, que así se llama el sistema, ya está implantado en varios hospitales de España.
Sobre el estudio de ONTSI
El estudio mencionado se realiza dentro del proyecto del ONTSI con el principal objetivo de identificar tendencias, actitudes y valoraciones de los internautas españoles en cuestiones relativas a la digitalización.
El estudio ha analizado la percepción de la opinión pública en relación con la implantación de Inteligencia Artificial en diversos aspectos relacionados con la vida cotidiana, concretamente en el uso de:
- IA en asistentes virtuales de voz integrados en móviles, televisores o en altavoces inteligentes
- IA en automóviles
- IA en sistemas de prescripción de compra
- IA en el ámbito del sector salud
La encuesta se realizó en el ámbito nacional del 20 de agosto al 2 de septiembre de 2021, a un total de 800 internautas mayores de 15 años que usaron Internet en los últimos 3 meses.