Actualmente, la mayoría de las empresas genera y almacena a diario una gran cantidad de datos como consecuencia de su propio negocio. Este raudal de información (o Big Data) ha permitido cambiar la forma en que las empresas ofrecen sus servicios, ya que se pueden extraer patrones de comportamiento de estos datos, lo que posibilita analizar la eficiencia de los servicios, anticipar cambios o basarse en dichos cambios para ofrecer nuevas soluciones en líneas de negocio distintas de las tradicionales.
En este sentido, el Big Data está mejorando la toma de decisiones por parte de las organizaciones, las instituciones y los propios ciudadanos.
Considerando este último objetivo, el Centro de Innovación del BBVA (CIBBVA), que recoge los datos de las transacciones realizadas con tarjetas de crédito de todos sus clientes, celebró ―en formato «datathon»― el concurso Innova Challenge Big Data para construir nuevas aplicaciones y servicios a partir de esos datos anónimos. En este concurso, que tuvo lugar de octubre a diciembre de 2013, los datos fueron debidamente agregados y anonimizados para mantener la confidencialidad de los clientes y los puntos de venta, y el CIBBVA puso a disposición de los desarrolladores participantes una parte de dichos datos, principalmente referidos a Madrid y Barcelona, para que extrajeran valor de ellos y pudieran usarse en tres contextos: herramientas de consumo general, herramientas para empresas y administraciones públicas, y herramientas de visualización con las que extraer conocimiento por observación directa.
Como preparación al concurso, se organizaron unas charlas para los posibles participantes con el objetivo de dar a conocer el datathon y mostrar ejemplos prácticos de cómo se puede extraer valor y crear herramientas de utilidad a partir de los datos. Las charlas tuvieron lugar en Madrid y Barcelona, en centros como Medialab-Prado en Madrid o ESADE en Barcelona, así como en universidades, para promocionar el concurso entre estudiantes de grado y posgrado. Esteban Moro y Alejandro Llorente, miembros del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), contribuyeron al desarrollo de dichas charlas, explicando cómo recoger datos de redes sociales y de fuentes cartográficas o meteorológicas y cómo utilizarlos junto con los de las transacciones de tarjetas de crédito proporcionados por el BBVA, para crear aplicaciones que aporten un valor adicional.
Además, Esteban Moro formó parte del jurado del concurso que evaluó las 144 propuestas recibidas en total entre las tres categorías, lo que muestra el gran éxito que supuso el datathon para la organización. Esto permitió al CIBBVA probar y dar a conocer su plataforma de Open Data, así como recoger ideas de gran valor comercial alejadas de los tradicionales productos financieros del banco. Muchas de estas iniciativas se basaban en la aplicación de la ingeniería algorítmica a los datos para extraer patrones de comportamientos en las ciudades que pudieran mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el marketing de productos, la recomendación georreferenciada o la optimización del transporte.
De igual modo, este tipo de tecnología es la que venimos ofreciendo a nuestros clientes en el IIC, ayudándoles a resolver problemas como la detección del fraude en medios de pago, realizar campañas de marketing en red social u optimizar la gestión de contenidos en los medios sociales, mediante algoritmos de predicción que operan sobre datos georreferenciados, con soluciones a medida desarrolladas a partir de nuestra larga experiencia en Ingeniería Algorítmica.