El pasado miércoles 18 de diciembre el IIC celebró la reunión de Navidad de 2013, que en esta ocasión contó con un invitado de honor: Antonio Fontanini, empresario italiano y doctor cum laude en Ciencias de la Información por la Universidad de Pisa (Italia). Gracias a su incansable pasión por aprender, Antonio ha cursado, además, diversos estudios en universidades de gran prestigio como las de Stanford, Chicago y Harvard.
Dada su amplia experiencia en marketing internacional, actualmente trabaja como consejero independiente, conferenciante internacional y ha sido organizador del TEDxCibeles. Colabora también con diversas organizaciones no gubernamentales.
Esta variedad de actividades responde a su filosofía de vida, que se centra en formar parte de distintas familias, comunidades o tribus, pues esta diversidad contribuye a la felicidad y mejora personal. Por ello, Antonio se define a sí mismo como COO: Chief Optimistic Officer, y en su charla «Impossible?» le explicó a todo el equipo del IIC la importancia de la Psicología positiva y de cómo la felicidad en el trabajo conduce al éxito en las empresas.
La felicidad y el optimismo son herramientas estratégicas que suponen una ventaja competitiva para las empresas. Habló sobre el poder de las ideas y del cambio y sobre el futuro, que será mejor de lo que esperamos, especialmente si pensamos que lo va a ser:
Hay que convertir en superhéroes a las personas que te rodean: intenta que piensen que son mejores de lo que creen.
Comentó igualmente el peso del talento y la tecnología dentro de las compañías, así como la importancia de conocer, escuchar y de transmitir confianza. De esta forma, sumando talento se consigue, por ejemplo, la excelencia de nuestro servicio al cliente, que será la suma de las excelencias de todos los empleados. Esto se resume en lo que Antonio Fontanini citó como empowerment, entendido como dar confianza y delegar acciones en los empleados, así como libertad para asumir riesgos, compartiendo un proyecto común.
La felicidad es la ausencia de miedo al fracaso. La felicidad produce el éxito y, sin riesgo, no hay éxito. Hay que fracasar.
En este sentido, Antonio citó varios ejemplos de empresas de éxito, como Zappo´s y Kimberly-Clark, que han sabido aprovechar esta filosofía de trabajo y centrarse en hacer felices a sus empleados y, por ende, al cliente.
Por último, añadió: «La base de la felicidad en las empresas es la ilusión. La felicidad crea redes». Cada uno de nosotros puede cambiar el mundo; si nos unimos todo es posible. La pasión es lo que distingue a los que buscan la excelencia.
Estamos muy agradecidos por la visita de Antonio y por su inspiradora charla.
Para saber más sobre él puede visitar su blog.