En el mundo digital, se han producido notables cambios en nuestras actividades sociales y laborales, transformando la forma en la que nos comunicamos o relacionamos. Es por esto que las nuevas oportunidades de progreso pueden poner en riesgo algunos de nuestros derechos, como el de la privacidad.
El III Digital Law World Congress 2020 reflexionó en torno a la idea de que los avances tecnológicos necesitan ir de la mano de unos nuevos derechos digitales, en pro de los beneficios sociales y económicos que nos reportan.
La relación entre Inteligencia Artificial y Salud implica algunos de esos nuevos riesgos. Elisa Martín, directora del área de Salud en el IIC, trató de resolverlos en la mesa “Derechos en Salud, Infancia y Tecnología”, asegurando que las ventajas de la unión entre la IA y el médico son importantes, y que pueden salvar vidas.
Medicina personalizada y preventiva con Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial es, en esencia, una herramienta para el apoyo en la toma de decisiones: nos ayuda a entender lo que está pasando, a predecir lo que podría pasar y a identificar posibles opciones de actuación frente a escenarios concretos. Y bajo esta premisa, ya se puede intuir su utilidad en el ámbito de la salud.
Según explicaba Elisa Martín, nuestra realidad avanza a la vez que la medicina y la tecnología. Una realidad cada vez más compleja e interconectada. Actualmente, somos capaces de unir la información genómica con la clínica, y con la información sobre los hábitos de las personas, haciendo realidad la medicina personalizada y algo todavía más importante: la medicina preventiva. Podemos adelantarnos a muchas enfermedades si tenemos las claves de nuestro cuidado extensivo, a lo largo de toda nuestra vida, y no solo las de nuestro cuidado intensivo, cuando caemos enfermos.
En este sentido, muchas de las herramientas que ofrece la Inteligencia Artificial pueden salvar vidas:
- Conocer la probabilidad de que un paciente hospitalizado pueda desarrollar sepsis en las próximas horas salva vidas.
- Ayudar a reducir el tiempo que un médico necesita para conectar un resultado genómico con los síntomas de una enfermedad, y con los posibles tratamientos en el caso de las enfermedades raras, salva vidas.
- Apoyar al CNIO para que pueda leer automáticamente grandes volúmenes de narrativa clínica, con información anonimizada de pacientes de cáncer, y extraer rápidamente los datos necesarios para sus investigaciones, salva vidas.
Y así con muchos casos de éxito innovadores que, de ponerse en práctica con todas las garantías, podrían mejorar la atención al paciente y la gestión sanitaria. Convertir la Inteligencia Artificial en una herramienta en la que puedan confiar los profesionales sanitarios es el primer paso para aprovechar su potencial.
¿Cómo asegurar la privacidad de los datos en salud?
Para Elisa Martín, se puede aplicar Inteligencia Artificial en salud sin poner en riesgo la privacidad y seguridad de los pacientes. La clave está en tratar adecuadamente la información que se maneja y formar a quien se ocupe de analizarla y utilizar las herramientas disponibles.
- Datos anonimizados. Los datos son la materia prima de la Inteligencia Artificial, pues son los que contienen toda la información. Tenemos que tener datos de entidades públicas o privadas que, una vez disociados (sin datos personales para no asociarlos a personas físicas), sirvan para que los centros de innovación e investigación avancen y consigan ese objetivo final de salvar vidas.
- Profesionales cualificados. Además de tener más y mejores herramientas, tenemos que tener más y mejores profesionales, que sepan cómo tratar los datos y como usar las posibilidades de la Inteligencia Artificial en los escenarios correctos.
- Privacidad y ética. Además de anonimizar cualquier información que se utilice, salvaguardando nuestra privacidad, hay que tener en cuenta el marco ético que dibujan las normativas.
Tomar conciencia de los riesgos nos ayuda a vislumbrar los mecanismos que garantizan una correcta aplicación de la Inteligencia Artificial en salud. De esta forma, podemos beneficiarnos de sus ventajas y actuar con previsión, rapidez y precisión.
La mesa redonda estuvo moderada por Jaime del Barrio, presidente de la Asociación Salud Digital, y a Elisa Martín la acompañaron Susana Navas, directora del Departamento de Derecho privado de la UAB, Gustavo Tolchinsky, secretario del Colegio de Médicos de Barcelona, y Catalina Perrazzo, directora de Políticas de la Infancia y Sensibilización de Save The Children España.