Las lenguas y las humanidades tienen actualmente un papel importante en casi cualquier ámbito. Además, las empresas valoran a las personas que son capaces de comunicar y los idiomas son indispensables en un mundo globalizado. Es por esto que las salidas profesionales de los estudios de letras son cada vez más variadas, se relacionan con campos aparentemente opuestos, como el de la tecnología, y se encuentran muchas veces a través de las prácticas de empresa.
Estas fueron algunas de las conclusiones de la jornada “El ciudadano global: Las lenguas en el siglo XXI”, organizada por el Grado en Lenguas Modernas de la Universidad Nebrija de Madrid. Este encuentro online y abierto al público tenía como objetivo acercar a los estudiantes experiencias variadas de personas con una formación lingüística similar.
La incursión en el mundo laboral llevó a Carmen Torrijos al mundo de la tecnología y, en concreto, a ser lingüista computacional en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC). Por otro lado, Clara C. Scribà decidió emprender y fundar Letropía, una agencia de corrección, traducción y asesoramiento lingüístico; y José Fuentes es actualmente estudiante en prácticas en Naciones Unidas.
De traductora a lingüista computacional
En un momento en el que la tecnología lo impregna todo, las lenguas también se alían con esta en un campo que necesita de las dos partes. Unas prácticas de traducción tecnológica hicieron que Carmen Torrijos encontrara el departamento de lingüística computacional del IIC, y se quedara en él para desarrollar un nuevo perfil laboral.
La lingüística computacional es una disciplina híbrida que combina el estudio de las lenguas y la computación. “Participas en la creación de software, de programas informáticos, que necesitan Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN)”, explicaba en el encuentro. Para ello, “hay que trasladar a la máquina todos los procesos cognitivos que los seres humanos llevamos a cabo para procesar el lenguaje”, hay que transformar el lenguaje natural en un lenguaje formal, como es el de las matemáticas y la programación.
¿Qué conocimientos de las carreras de letras son útiles para este trabajo? Carmen Torrijos destacó la gramática formal –los árboles sintácticos y el análisis de constituyentes– y la semántica. También los idiomas, porque la lingüística, el estudio de las lenguas, es transversal, ya que conocer distintas lenguas te permite comprender los mecanismos del lenguaje a un nivel más profundo.
Actualmente, la Inteligencia Artificial conlleva procesar el lenguaje natural, y en este proceso hacen falta lingüistas. La carrera de Carmen Torrijos es un claro ejemplo de lo que también mencionaba José Fuentes: el valor de los estudios relacionados con las lenguas y la comunicación, que te ofrecen la posibilidad de emplear los conocimientos en distintos contextos y buscar trabajo en lugares muy variados, aunque al principio no se tenga claro por dónde empezar.
Taller de PLN con Python
También funciona a la inversa. Ese acceso a diferentes “mundos” te lleva a aprender de campos totalmente diferentes. En el caso de Clara C Scribà, marketing digital o temas editoriales. Y en el de Carmen Torrijos, programación.
Y es que cada vez hay más demanda de lingüistas computacionales, pero este es un perfil para el que se necesita formación constante. Es necesario realizar cursos de programación (especialmente en lenguaje Python) y estadística, tener la capacidad y la aptitud para trabajar en equipos multidisciplinares, etc. Un aprendizaje que “te lleva finalmente a ser un profesional muy completo”, explicaba Carmen Torrijos, y en el que no hay que olvidar la parte lingüística porque el lingüista es el referente en este campo dentro del equipo tecnológico.
Para mostrar su trabajo, invitó a los participantes a acercarse a un entorno de programación y hacer un ejercicio de procesamiento del lenguaje natural con Python en 5 pasos:
– Dividir el texto en frases
– Dividir el texto en palabras (tokens o unidades léxicas mínimas)
– Anotar características morfológicas
– Desplegar un árbol sintáctico
– Detectar entidades en el texto con aprendizaje automático
Al comprobar si el sistema lo hacía bien o no y detectar sus errores, Carmen Torrijos explicó que los lingüistas computacionales son los encargados de supervisar el trabajo de la máquina, de entrenarla y validar los resultados con sus conocimientos teóricos de lingüística.