Recientemente hemos participado en un seminario celebrado en la Asociación Española de Fundaciones, en el que se presentaban las bases para la gestión y medición del impacto en proyectos sociales.
En este seminario, se tomaron como referencia las recomendaciones de la Guía Práctica para la Gestión y medición del impacto de la European Venture Philanthropy Association, que enumera los pasos para medir el impacto de la actividad de las fundaciones. Estos pasos para medir el impacto de acciones sociales fueron acordados por la Comisión Europea en junio de 2014 para el Estándar Europeo de Medición de impacto:
1. Establecer los objetivos para la medición del impacto
El sistema de medición elegido debe estar alineado con la estrategia de la fundación: sin conocer la misión y el destino de la organización, los esfuerzos de medición no sirven para nada.
2. Analizar los agentes involucrados
Respecto a los agentes involucrados, estos son cualquier actor que realiza actividades para la organización o que se ve afectado por ellas. Por lo tanto, no solo hay que centrarse en los beneficiarios directos, sino también en los indirectos, esto es, en el entorno más cercano: familia, amigos, barrio, etc.
3. Medir los resultados, impactos e indicadores
Una vez aclarados la visión, misión y valores de la compañía, la European Venture Philanthropy Association recomienda valorar los resultados de las acciones que se llevan a cabo en torno a tres aspectos:
- Los cambios producidos en los productos o servicios (outputs) son los más evidentes a corto plazo porque son bienes y servicios tangibles resultado de la actividad de la fundación. Por ejemplo, en un proyecto social dedicado al empoderamiento de las mujeres a través de microcréditos, un indicador de outputs puede ser el número de créditos concedidos.
- Los cambios observables en los resultados intermedios (outcomes) son cambios que afectan, tanto a corto como a largo plazo, a la situación social de los grupos que reciben la actividad. Estos outcomes deben ser la referencia para la medición del impacto. En el caso del ejemplo anterior, pueden ser mejoras en el estatus de las mujeres, en su capacidad de elección o control económico.
- Los cambios en el impacto total (Impact) son los cambios a largo plazo, si medimos lo que hubiera ocurrido de no haber realizado la actividad.
4. Valorar el impacto de acciones sociales
Para la medición del impacto, antes del boom de las redes sociales se utilizaban encuestas o mediciones de campo. Ahora vivimos en una transformación digital donde plataformas como Facebook o Twitter, que cuentan con 1.400 y más de 300 millones de usuarios mensuales respectivamente, tienen un uso esencialmente social (se comparten contenidos, se envían mensajes, etc.). Ahora se puede dar a conocer cualquier acción social en las plataformas sociales y hacer una medición de su impacto, incluso segmentarlo por grupos de población, edad, sexo, localidad, etc., utilizando técnicas de procesamiento del lenguaje natural para detectar las emociones e intenciones de los beneficiarios, teniendo así una visión mucho más amplia de la obtenida hasta ahora con métodos tradicionales.
Algunos ejemplos del impulso de acciones en las redes sociales son la campaña de ELA «El Cubo de Hielo», que dio como resultado la recaudación de 120.000 € y un mayor conocimiento de la enfermedad por parte de la sociedad, o la campaña de crowdfunding iniciada por un zapatero en Londres para salvar a Grecia de su deuda.
Nuestra colaboración con la sección «Planeta Futuro» de El País, patrocinada por la Fundación Bill y Melinda Gates, consistió en realizar una medición de la concienciación con el contenido social publicado en la sección utilizando nuestra herramienta de monitorización inteligente. Esta colaboración ha permitido conocer en tiempo real si los artículos publicados impactaban en la concienciación de los lectores, permitiendo crear un contenido editorial enfocado en sus propios intereses.
5. Seguimiento de los resultados del impacto de acciones sociales
Medir tan rápidamente estos outcomes favorece la reacción ante acciones que no estén causando el impacto esperado, corrigiendo estas o creando nuevas que impulsen el objetivo perseguido. Ahora es posible medir objetivos como la concienciación o el activating en tiempo real, así como su evolución en el tiempo.
Las redes sociales se han convertido en un escaparate de la opinión de los usuarios sobre temas que les preocupan. Por lo tanto, si tenemos claros los objetivos y las acciones que vamos a llevar a cabo, podemos conseguir una viralización mayor y más rápida a través de estas plataformas y, junto con acciones offline, pintar el escenario completo.
Por tanto, si puedes medir el impacto de tus acciones, aprovéchalo y saca partido de esos datos. Si tienes dudas, podemos ayudarte.
Estimada Esther,
Muchas gracias por tu artículo es ilustrativo e interesante.
Director de Evaluación y Desarrollo Institucional
Fundación Gonzalo Río Arronte
México