La resistencia al cambio y la falta de técnica o competencia son dos de las principales barreras ante la transformación digital en empresas y organizaciones. En las personas radica, por tanto, gran parte del éxito del cualquier proceso de transformación digital. Y es que no basta con contar con las mejores tecnologías y herramientas si no se cuenta con un equipo preparado y convencido para incorporarlas y utilizarlas con éxito.
La transformación digital es también una transformación cultural. La cultura digital debe estar presente entre las personas que componen la plantilla para conseguir un cambio real y adaptarse a nuevos modelos de negocio y a nuevas formas de trabajar.
Virginia Arranz, consultora experta en Competencias y RRHH en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), explicó en el último webinar de ORH cómo la evaluación de competencias digitales resulta esencial a la hora de buscar talento y contar con profesionales capaces de usar la tecnología de manera eficaz, critica e innovadora..
Perfiles digitales en la organización
Conocer el nivel de madurez digital de la organización es un buen punto de partida para el desarrollo de nuevos conocimientos o habilidades relacionadas con la tecnología. Además, conocer las actitudes y competencias digitales de los profesionales permite identificar barreras actitudinales y áreas de mejora específicas de cara a abordar con éxito cualquier proceso de transformación digital.
En una organización, podemos encontrar diferentes perfiles digitales:
ESCÉPTICOS
Personas que dudan de la potencialidad o las oportunidades que ofrece la tecnología.
PRAGMÁTICOS
Personas que hacen un uso eficaz de la tecnología para alcanzar un fin concreto, la aplican como un medio para conseguir un objetivo.
INNOVADORES
Personas que hacen un uso crítico de la tecnología para innovar en el trabajo, son los que realmente aportan valor al negocio.
Hay que tener en cuenta que el tipo de perfil digital viene determinado no solo por el nivel de uso y dominio que la persona tiene de tecnología sino, además, por sus opiniones y actitudes con respecto a las posibilidades o beneficios que esta puede ofrecer.
¿Cómo sabemos que contamos con los perfiles adecuados? La evaluación de competencias digitales tiene que abordar estos aspectos: qué papel o actitud adopta una persona ante la tecnología, además de cómo la usa.
Evaluación de competencias digitales
A medida que la transformación digital se hace patente en el lugar de trabajo, las organizaciones se ven obligadas a contratar y retener a los mejores talentos digitales, a personas capaces de aportar valor al negocio haciendo un uso innovador y crítico de la tecnología.
La herramienta para evaluar competencias digitales desarrollada por el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC) explora tres variables para determinar el perfil digital de los profesionales: qué piensa acerca de la tecnología, con qué actitud la afronta y su nivel de competencia digital.
Opinión acerca de la tecnología
Un primer test explora la opinión y valoración de la persona evaluada ante las posibilidades que ofrece la tecnología no solo en el entorno de trabajo, sino en diferentes ámbitos de la sociedad como la ciencia o la educación.
La herramienta no se limita a identificar si la opinión es positiva o negativa, sino que permite conocer el punto de vista de la persona acerca de la tecnología en función de tres aspectos clave:
- Si tiene una opinión apropiada acerca de las posibilidades reales y comúnmente aceptadas de la tecnología. Esa persona va a tener un “afrontamiento efectivo” a la hora de utilizarla.
- Si su visión de las oportunidades o ventajas que ofrece la tecnología es realista o, por el contrario, ingenua. Nos da información acerca de cómo esa persona va a gestionar las expectativas de éxito.
- Si actuará con cautela ante posibles inconvenientes o riesgos no deseados derivados de la incorporación y uso de la tecnología o, por el contrario, podrá comportarse de manera imprudente.
Predisposición al uso de la tecnología
La segunda variable recoge la predisposición de una persona ante la incorporación y uso de la tecnología en el ámbito de trabajo, con cualquier propósito que sirva para mejorar su desempeño y crecimiento a nivel personal y profesional.
El test explora distintas facetas:
- Apertura y aceptación o, por el contrario, resistencia a utilizar la tecnología.
- Interés y curiosidad por conocer las funcionalidades que pueden tener las distintas herramientas.
- La capacidad de adaptación al entorno digital y de abandonar antiguos hábitos y herramientas analógicas.
- El interés por aprender y mejorar de manera continua.
Competencia digital
La tercera escala indica el nivel de uso y dominio de la tecnología en el contexto de trabajo con diferentes propósitos: gestionar la información, comunicarse con otros o trabajar en red. De esta forma, se puede conocer el nivel de destreza con el que la persona hace uso de las nuevas tecnologías para conseguir diferentes objetivos en el trabajo.
Para ello, la persona elige ente diferentes opciones el ítem que mejor refleja el uso y dominio que tiene de las nuevas tecnologías en distintas situaciones lo que permite clasificar a la persona en cuatro niveles:
- No alcanza el nivel mínimo: no utiliza la tecnología para los propósitos descritos.
- Nivel Básico: Conoce y sabe usar la tecnología para alcanzar los objetivos descritos, pero hace un uso poco frecuente y no muy activo.
- Nivel Intermedio: Utiliza herramientas tecnológicas con soltura, eficacia y bastante frecuencia aunque no se considera un experto y en ocasiones puede requerir ayuda.
- Nivel Avanzado: Se desenvuelve de manera activa, proactiva y voluntaria con la tecnología, se considera un experto y consigue resultados por encima de lo esperado o exigido.
Como valor añadido, el resultado nos ayuda a identificar qué carencias puede tener esa persona de cara al desarrollo y mejora de estas competencias.
Diagnóstico digital para la toma de decisiones
La evaluación de competencias digitales permite a los profesionales de RR. HH. tomar decisiones objetivas en procesos de selección y evaluación interna. Es decir, conocer si determinadas personas se ajustan a las competencias y habilidades digitales que pueda requerir un puesto.
De la misma forma, con los resultados de las tres escalas mencionadas, se pueden conocer los comportamientos esperables de cualquier profesional, así como sus fortalezas y limitaciones de cara al desarrollo de las competencias digitales.
La prueba puede además aplicarse al diagnóstico de un colectivo concreto dentro de la organización o del nivel de transformación digital de la empresa, para identificar barreras a gestionar.
A estas alturas, se ha dejado de ver la tecnología como una amenaza, para verla como una aliada para hacer las cosas más rápido y mejor, y que también nos permite crecer personal y profesionalmente.
Hola.
En estos momentos nos encontramos en la planificación de distintos proyectos en una compañía multinacional del fashion retail.
Evidenciamos la necesidad de validar que tan preparados están los procesos (sus roles y/o perfiles) para asumir y responsabilizarse de estos nuevos retos.
Dado lo anterior requerimos una sesión explicativa, que nos permita conocer sus alcances y cómo a través de una futura consultoría podríamos impactar de manera positiva la ejecución de los diversos proyectos.
Gracias por su atencion, y quedo atento a un contacto a través del mail relacionado en el formulario.
Gracias.
Muchas gracias Nilton Danilo, por favor, ponte en contacto con marketing@iic.uam.es.