El mundo de la formación está cambiando.
No solo por los recortes de algunas empresas en la partida destinada a formación, que hace que los responsables de RRHH tengan que buscar soluciones a las necesidades formativas de su empresa con un menor presupuesto.
También la mentalidad de las personas está cambiando.
Los profesionales se preocupan hoy más que nunca por mantener actualizados sus conocimientos, y son conscientes de la necesidad de mejorar para ser cada vez más eficaces.
Quizá sea por la necesidad de sentirse «imprescindibles» en la empresa, en estos momentos de incertidumbre económica, o de sentirse «competitivos» si están buscando un nuevo proyecto profesional. El caso es que nos encontramos actualmente con profesionales preocupados por su desarrollo profesional y personal, que entienden que deben tomar las riendas de su carrera profesional y así lo demandan. En esta línea parece que se está trabajando en España. Incluso ahora es posible para los propios trabajadores gestionar parte de su formación: bonificada a través de los permisos individuales de formación.
Lo que está claro es que las empresas deben comprender esta necesidad de autodesarrollo y poner a disposición de los empleados una gran variedad de recursos, para que éstos puedan utilizarlos atendiendo a sus necesidades, y complementando así la «formación formal» que ofrezca cada empresa. Muchas así lo están haciendo ya: en su intranet, en sus campus virtuales, comienzan a poner a libre disposición de sus empleados diversos contenidos que consideran útiles. Se empieza a hablar de la teoría del Social Learning, de que cada empleado desarrolle (y comparta) su propio entorno personal de aprendizaje (PLE)…
Con esta idea se creó la Biblioteca de recursos online del IIC. Un repositorio de contenidos online para el desarrollo de competencias transversales, implementados en una aplicación web que permite su filtrado por habilidades o por situaciones difíciles de afrontar en un entorno de trabajo. Cómo motivar a sus colaboradores, cómo recompensar a los demás por su trabajo, cómo realizar críticas constructivas, cómo gestionar el correo electrónico… son algunos ejemplos de los más de 200 recursos útiles, breves y centrados en necesidades concretas, disponibles online para cualquier empleado.
¿Y vosotros, qué opináis de esta nueva tendencia del autodesarrollo?
Buen post Ana!
Está claro que las nuevas características de los actuales puestos de trabajo, cada vez más flexibles y dinámicos, exigen al profesional que cuente con una serie de destrezas para manejarse con soltura en distintos contextos y resolver los problemas que se le irán presentando en un futuro bastante incierto.
Esto hace que resulte totalmente acertada la idea de fomentar desde la organización la autoformación de los empleados para hacerles así responsables de su propio desarrollo. Estoy de acuerdo en que las acciones formativas tradicionales, más rígidas y dirigidas, van dando paso a una formación más abierta e informal donde el conocimiento, a través de este tipo de iniciativas que propones, se pone a disposición del empleado para que sea este el que configure a su medida su desarrollo para atender a las necesidades del momento.