Las empresas pueden beneficiarse de las tecnologías Big Data y el análisis de datos para tomar mejores decisiones de negocio. Beneficiarse de la transformación digital es posible en todas las industrias. Hoy podemos, incluso, implantar soluciones Big Data en el sector energético.
Javier Pardo Blasco, Responsable de Innovación IT en Gas Natural Fenosa, habló de cómo hacerlo en el evento sobre Big Data organizado por el IIC, Big Boom Data. De hecho, dio mucha importancia a la incorporación del uso de técnicas Big Data en Energía para impulsar el negocio. Conseguir mejores resultados pasa por conseguir sacar el mayor partido posible a los datos. Para ello, tanto el profesional como la empresa deben ser conscientes de lo que está ocurriendo, ser más sensibles a los datos y darles la importancia que se merecen.
Para que la implantación del Big Data lleve a un avance real de la organización, las empresas del sector energético deben tratar los datos a partir de la gestión de la incertidumbre, minimizando el output y maximizando el outcome y las lecciones aprendidas. La analítica es un proceso empírico y para hacer los procesos más eficientes hay que ver cómo concatenar las capacidades de las herramientas que analizan los datos.
Tecnologías Big Data en Energía
Implantar una estrategia tecnológica basada en Big Data en el entorno Energía permitiría a las comercializadoras mayoristas, por ejemplo, optimizar los procesos de compra-venta de energía para generar ofertas que se ajusten mejor al consumo real que hacen los clientes. También beneficiaría a las distribuidoras de energía, que tendrían la oportunidad de introducir mantenimientos predictivos o detectar posibles fraudes de forma temprana, para ahorrar costes y mejorar la calidad del servicio de facturación y la satisfacción del cliente. Analizar los datos en el sector energético permite proporcionar un suministro de electricidad seguro, económico y sostenible.
La estrategia tecnológica en Energía debe permitir trabajar en la nube, reducir los tiempos de despliegue, las intervenciones manuales, la inversión y el time-to-market. Debemos considerar el desarrollo dirigido por pruebas, la portabilidad de los componentes y sus posibilidades de abstracción. Los procesos tecnológicos deben pasar por la especialización y la automatización, además de asegurar la consolidación de los prototipos gracias a su reutilización.
Ser ágiles en el sector de la Energía a la hora de cambiar de una tecnología a otra es fundamental para conseguir un producto alineado con la estrategia de negocio y adaptable a los cambios. Esta agilidad pasa por saber cómo analizar los datos para sacar la información de valor adecuada. Es importante pensar en la reutilización de los algoritmos: el modelo que no ha servido para el propósito inicial puede ser de gran utilidad en otra área de la empresa, como ocurrió con un caso de fraude en el que trabajaron con un científico de datos para detectar anomalías en algunos usuarios. Lo que en principio parecían casos de fraude resultaron ser fincas en ruinas. Aunque no era lo que se buscaba, la aproximación dio buenos resultados al final, porque se obtuvo información de valor.
Las empresas del sector energético deben atraer el talento especializado en Big Data capaz de obtener esa información de valor, alimentarlo de recursos, e incluirlo en la estructura de la empresa, para que la implantación del Big Data fomente el avance de los sistemas de generación, distribución y comercialización de energía. Es necesario buscar valor estratégico para el negocio en el empleo de las últimas tecnologías Big Data.